domingo, 18 de mayo de 2025

DOMINGO 25 DE MAYO: VI DE PASCUA (CICLO C)

El 11 de abril de 1963, que a la sazón era Jueves Santo, el papa Juan XXIII publicó su octava encíclica, la Pacem in terris. Con motivo de las primeras palabras del nuevo papa, León XIV, se ha destacado la centralidad de la paz en el mensaje de la Iglesia. Centralidad que viene del propio Evangelio. Saludar con la paz no era algo original de Jesús, era lo propio y lo sigue siendo en el mundo judío y musulmán. Lo que si es específicamente cristiano es el hogar trinitario del que mana la paz, la comunión afectiva con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo como fuente, alimento y destino de la paz interior, el amor a los demás y la "amistad social", que dijera el papa Francisco, entre los pueblos. También la paz con la Creación, que hoy invocamos dentro de la Semana Laudato Si', precisamente en el décimo aniversario de dicha encíclica (Laudato Si', papa Francisco, 24 de mayo de 2015) que nos convocaba al compromiso por una ecología integral.

COMUNICADO DE JUSTICIA Y PAZ POR LA PAZ EN GAZA

LECTURAS

- Hch 15, 1-2. 22-29. Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables.
- Sal 66. R. Oh, Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
- Ap 21, 10-14. 22-23. Me mostró la ciudad santa que descendía del cielo.
- Jn 14, 23-29. El Espíritu Santo os irá recordando todo lo que os he dicho.

PASCUA DEL ENFERMO

Ser morada de Dios, que el Padre y el Hijo con el Espíritu Santo, habiten en nosotros, eso y nada menos es lo que propone, facilita y realiza Cristo en quienes acogen y viven su palabra. Ser cristianos es más que tener una creencias, cumplir unos mandamientos, celebrar unos ritos: el credo, la moral y la liturgia son medios y expresión de esta íntima comunión divina a la que Cristo nos invita. Y de esa experiencia de amor creador y regenerador brota la afirmación de la superioridad del respeto y la concordia sobre el uso de la violencia, el recurso a la fuerza, el encastillamiento en las propias razones para imponerlas. La paz que nace del amor divino que es nuestra más profunda aspiración, es una paz que encuentra los medios para supeditar siempre a la dignidad y al derecho a la vida los otros argumentos que pudieran servir de excusa para romper la fraternidad, sembrar muerte y malograr las legítimas aspiraciones de felicidad y bienestar. Sólo con la espiritualidad tal vez no podamos conseguir la superación de las guerras y las injusticias que las provocan, pero, desde luego, sin ella, será muy difícil desarrollar nuestra decidida apuesta por la paz, pues ésta requiere, además de las necesarias estrategias, decisiones y políticas pacíficas, una forma de ver la vida y de vivir el tiempo que nos corresponde que, sin espiritualidad, es muy difícil de educarlas y arraigarlas en el corazón de las personas y los pueblos.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA: EL REGALO DE DESPEDIDA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA: NO DA LO MISMO

COMENTARIO AUDIOVISUAL DE VERBO DIVINO: ENCONTRAR LA PAZ

HOJA DOMINICAL DIOCESANA





No hay comentarios:

Publicar un comentario

DOMINGO 16 DE JULIO: XV DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)

  No cabe duda de que los malheridos y víctimas más acuciantes son niños de Gaza muriéndose de hambre, son las muchedumbres que sufren las g...