viernes, 8 de agosto de 2025

DOMINGO 10 DE AGOSTO: XIX DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)

 
Como la pájara alimenta a los polluelos, con la misma dedicación y asiduidad, Dios nuestro Padre, nos dice su Hijo, Jesús, nos sustenta aunque no siempre seamos conscientes de ello. Y todas las invitaciones del Evangelio a la atención, a la libertad de toda atadura, a la perserverancia orante y caritativa, a la responsabilidad con lo nuestro y lo de todos, se apoya en esta experiencia de donación, ternura y protección de Dios para con nosotros.

LECTURAS

- Sab 18, 6-9. Con lo que castigaste a los adversarios, nos glorificaste a nosotros, llamándonos a ti.

- Sal 32. R. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

- Heb 11, 1-2. 8-19. Esperaba la ciudad cuyo arquitecto y constructor iba a ser Dios.

- Lc 12, 32-48. Lo mismo vosotros, estad preparados.

El hilo conductor de los evangelios de todos estos domingos ha sido la confianza en Dios. Esta confianza es fruto de la intimidad con su amor y la escucha de su palabra (evangelio de Marta y María del domingo XVI de Tiempo Ordinario); terreno firme y motivación para la oración a tiempo y destiempo ("pedid y se os dará", domingo XVII); requisito imprescindible para que nos atrevamos a liberarnos de las dependencias materiales y psicológicas; a desprendernos de lo que nos sobre e impide descubrir lo que en verdad nos falta ("hazte un tesoro en el cielo", domingo XVIII). Y ahora, para ayudarnos a vivir en esa actitud vigilante, que mira más allá de lo inmediato porque sabe del sentido último de todo, el que puede hacerlo porque ha puesto toda su vida en manos de Dios, su Hijo bendito, nos anima a no tener miedo, a confiar en la continua asistencia de Dios a su pequeño, débil y cansado rebaño. Pequeño por nuestra naturaleza humana, débil por el pecado..., pero cansado porque no acabamos de creernoslo, de esperar que pase lo que pase Dios sigue sosteniéndonos, porque no acabamos de fiarnos. Sólo a partir de esta relación confiada con Dios podremos dar cuenta de tanto como se nos ha dado; se nos pedirá mucho, porque se nos dio mucho, todo, se nos colmó con una medida generosa, abundante, desbordante. Mucho se nos pedirá, más se nos dio.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA: ALTA FIDELIDAD

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA: NO VIVIR DORMIDOS

COMENTARIO AUDIOVISUAL DE VERBO DIVINO

No hay comentarios:

Publicar un comentario

DOMINGO 24 DE AGOSTO: XXI DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)

  La universalidad del mensaje cristiano es algo que a su protagonista, Jesucristo nuestro Señor, le supuso un aprendizaje y le exigió una a...