domingo, 29 de junio de 2025

DOMINGO 6 DE JULIO: XIV DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)

 
No, dijera lo que dijera Nietzsche, el cristianismo, al menos el que Jesús vivió y predicó, no es amargado, ni derrotista o resignado. Cristo comparte con nosotros su profunda y generosa alegría, la del que sabe de la fuerza del bien y la reconoce en cualquiera que lo vive y se deja llevar por él. La gozosa, radiante, pletórica acción de gracias del Maestro por la acción de sus discípulos es una invitación a que también nosotros experimentemos la positiva afirmación de la vida y la fe que Dios nos brinda por su voluntad y naturaleza misericordiosa, amorosa y liberadora.

LOS DOMINGOS DE JULIO Y AGOSTO, HASTA LA VUELTA DE FERIA, NO HABRÁ MISA POR LA TARDE. 
HORARIOS DE MISAS

LECTURAS

- Is 66, 10-14c. Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz.
- Sal 65. R. Aclamad al Señor, tierra entera.
- Gal 6, 14-18. Llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús.
- Lc 10, 1-12. 17-20. Descansará sobre ellos vuestra paz.

Jesús no sólo llama y envía a sus discípulos, también los acompaña, instruye y evalúa con ellos los progresos y debilidades de su acción misionera. Conmueve la entrañable complicidad de padre y hermano, de buen pastor y mejor maestro con la que el Señor se emociona y entusiasma con los logros de sus apóstoles: "ya veía a Satanás precipitarse desde el cielo como un relámpago" Este pasaje, en Lucas forma parte del envío de los setenta y dos, muestra de que el discipulado es más amplio que el colegio de los doce, lo cual confirma la visión sinodal de la Iglesia, por la que todos los bautizados compartimos la tarea de anunciar el Evangelio, por más que esta misión sea siempre, como parte de la comunión apostólica, un ejercicio de complementariedad de ministerios y carismas bajo la guía y supervisión del carisma de unir y cuidar propio de los obispos. 

Además de este retazo de buen magisterio y acompañamiento por parte de Jesús, el texto de Lucas, como parte de ese bloque formativo del discipulado, nos muestra que el contenido y el medio de la misión evangelizadora está en compartir la paz. Igual que el poder de las llaves (atar y desatar) que en Cesarea de Filipo Jesús dio a Pedro (en el evangelio de Mateo) y al conjunto de los discípulos (en Lucas y Marcos) era el perdón, aquí es la paz, fruto del perdón. El Evangelio que Jesús nos manda anunciar es el Evangelio de la paz y el perdón, el camino para la fraternidad que sólo mediante una vida fraternal puede anunciarse con credibilidad.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA: MISIÓN ABIERTA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA: CON MEDIOS POBRES

COMENTARIO AUDIOVISUAL DE VERBO DIVINO:  PONEOS EN CAMINO

viernes, 27 de junio de 2025

DOMINGO 29 DE JUNIO: SANTOS PEDRO Y PABLO

 
En este fresco de las catacumbas de los santos Pedro y Pablo (s. IV) Jesús entronizado como maestro y Señor, alfa y omega de la historia de la salvación, aparece flanqueado por los santos Pedro y Pablo. Ambos respondieron a la llamada de Cristo y los dos unieron fe y testimonio, como unidas estaban en Cristo la misión de anunciar el Evangelio con la pasión y muerte que sellaba su fidelidad hasta el final. Como también la sellaron los santos mártires Pedro y Pablo. Su unión en una misma celebración es el signo que vincula de manera inseperable seguimiento y evangelización, vocación y coherencia de vida.

LECTURAS

  • Hch 12, 1-11. Ahora sé realmente que el Señor me ha librado de las manos de Herodes. 
  • Sal 33. R. El Señor me libró de todas mis ansias.
  • 2 Tim 4, 6-8. 17-18. Me está reservada la corona de la justicia.
  • Mt 16, 13-19. Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos.

Influidos por el argumento narrativo del Marcos, en los evangelios sinópticos, la confesión de Pedro reconociendo a Jesús como el Cristo, el Mesías (Mc 8, 27 - 30; Mt 16, 13 - 20; Lc 9, 18 - 21) tiene un papel de quicio entre la primera parte de la misión evangelizadora en Galilea y la marcha hacia Jerusalén para consumar allí su entrega en la cruz, que es anunciada por primera vez a continuación de esta confesión mesiánica: Mc 8, 31 - 32; Mt 16, 21 - 23; Lc 9, 22. En los relatos de la llamada "crisis de Cesarea de Filipo" o "crisis de Galilea", la confesión de Pedro y el anuncio de la pasión forman un díptico que no debiera separarse, pues ambas realidades, la fe en Jesús como Cristo y la pasión como realización del mesianismo que encarna Jesucristo, son dimensiones consustanciales de quién es el Mesías y cómo es Mesías Jesús de Nazaret. Como no debieran separarse tampoco el reconocimiento del primado petrino por parte de Jesús ("tú eres Pedro y sobre esta pieda edificaré mi Iglesia"), que sólo explicita de manera rotunda la versión de Mateo que hoy se lee (Mt 16, 16 - 18), de la reprensión que le acarrea a Pedro su resistencia a unir mesianismo y cruz: "Ponte detrás de mí Satánas, que piensas como los hombres, no como Dios". 

Del mismo modo que el primado de Pedro como cabeza del discipulado va unido a su confesión de Jesús como el Cristo, la reprensión que Jesús le hace es consecuencia de esa separación entre la misión mesiánica y el modo sacrificial de llevarla a cabo. Que desde el principio del cristianismo se aceptó y difundió este primado es tan cierto como que al cristianismo naciente, con toda lógica, le costó asumir la parte incoherente y "negacionista" que también representaba Pedro. Así, el evangelio de Lucas omite la dura reconvención que Jesús le hace a Pedro (Mc 8, 32 - 33; Mt 16, 22 - 23). Al igual que el poder de las llaves en Marcos y Lucas es otorgado de manera colegial a todos los discípulos, es una concesión en plural, comunitaria. 

En el cuarto evangelio, es en el contexto de la primera llamada al seguimiento, donde Jesús renombra a Simón, hijo de Juan, como "Piedra", "Cefas" (Jn 1, 42) y la confesión de  Pedro estaría tras el pasaje de la multiplicación de los panes y los peces, donde ante el abandono de algunos discípulos, Pedro confirma la determinación de seguirle: "nosotros hemos creído y hemos reconocido que tú eres el Santo de Dios" (Jn 6, 68).

Pero Mateo, y esto es lo que aquí nos interesa, dentro de este marco de seguimiento, fe y renuncios, fidelidad e incoherencias, relaciona de manera explícita y consecuente el ministerio de la reconciliación que Jesús le da a su Iglesia, con el servicio personal de Pedro al discipulado como cimiento (piedra) de toda su Iglesia. Y es que sin las biografías personales de quienes formamos la Iglesia, ésta no puede ser ni hacer lo que ella es y representa. Valga, pues, la afirmación del ministerio petrino encarnado en cada momento de la historia por los obispos de Roma, como refuerzo y estímulo para la vocación bautismal por la que todo debemos servir al fin reconciliador y salvífico de la Iglesia. De manera que, cuanto más unida está la Iglesia a la comunión ejercida por el papa, más colegial, sinodal y participativa, debe ser su misión, pues no en vano, su razón de ser, por encargo del mismo Cristo, es anunciar y anticipar toda ella, con todos sus carismas y vocaciones la plena reconciliación de todo los hombres, de todo el hombre.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA: IGLESIA: IDENTIDAD Y MISIÓN

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA: SEGUIR A JESÚS

COMENTARIO AUDIOVISUAL DE VERBO DIVINO: ¿Y TÚ QUIEN ERES?

HOJA DOMINICAL DIOCESANA




domingo, 22 de junio de 2025

VIERNES 27 DE JUNIO: SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

La alegría por la oveja encontrada, como el gozo del padre del hijo pródigo por su regreso y reencuentro, expresan muy bien cómo late el corazón divino a través de la misericordia y la compasión encarnadas por Jesús de Nazaret. Esta fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, instaurada para la Iglesia universal por Pío IX en 1856, está ligada a la historia espiritual de santa Margarita María de Alacoque, religiosa francesa del s. XVII. Pero tiene precedentes en una línea mística que vincula con Dios una relación afectiva y la convicción de sus entrañas amorosas y salvíficas. Esta celebración supone darle a la devoción, a la fe hecha sentimiento y pasión, su justo lugar como expresión de lo que creemos y cómo lo creemos, e invitación a vivirla de manera integral, afectando todas las dimensiones de la persona, superando la tentación a reducirla a un frío intelectualismo o un no menos frío ritualismo. Por eso, si atendemos a estas implicaciones de plenitud antropológica en la vivencia de la fe, la devoción bien entendida y mejor vivida, siempre será motivación del compromiso caritativo, de la coherencia moral y la apuesta decidida por la fraternidad.

SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

ENCÍCLICA "DILEXIT NOS" DEL PAPA FRANCISCO (24 DE OCTUBRE DE 2024)

APOSTÓLICAS DEL CORAZÓN DE JESÚS: DESDE EL CORAZÓN DEL MUNDO

LECTURAS

  • Ez 34, 11-16. Yo mismo apacentaré mis ovejas y las haré reposar.
  • Sal 22. R. El Señor es mi pastor, nada me falta.
  • Rom 5, 5b-11. Dios nos demostró su amor.
  • Lc 15, 3-7. ¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido.

Esa alegría por la recuperación de algo muy amado que se había perdido, es una iluminación por parte de Cristo del ser amoroso de Dios y de su intención de salvar, de encontrarnos y acogernos en su divina comunidad. Alegría compasiva, gozo por el encuentro, por la vida compartida en la reconfortante satisfacción de estar juntos, de que la familia está completa porque no falta nadie, porque ningún hijo se ha quedado fuera del seno creador y recreador de la vida. La devoción del Sagrado Corazón, vivida en Iglesia y al servicio de la común misión evangelizadora, reafirma que Dios no es una energía neutra, no es una hipóstasis del universo cosmológico. El Dios del que da testimonio la revelación bíblica y que los cristianos reconocemos encarnado en la humanidad de Jesús de Nazaret y en su misión de entrega total por la humanidad, no es la naturaleza, aunque ella, como criatura, nos hable de su Creador; no es el destino ni el azar aunque en ellos sepamos siempre encontrar huellas de su voluntad salvadora; no es una partícula subatómica ni una explosión inicial, aún si de ellos se sirviera el designio divino..., es Padre, es relación, es personal y personalizador, es amor, ternura y compasión. Todo eso, resumiendo mucha teología, expresando muchas experiencias místicas y sumándonos a todos los creyentes por encima del individualismo y los elitismos y poses espiritualistas, es lo que quiere sugerir y estimular la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, a la que nos unimos con una ardiente exclamación de confianza, de esperanza y agradecida correspondencia al que nos amó antes y mejor: "Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío".



domingo, 15 de junio de 2025

DOMINGO 22 DE JUNIO: XII DEL TIEMPO ORDINARIO (CICLO C) CORPUS CHRISTI

 

"Allí donde nos necesitas abrimos camino a la esperanza" y "donde hay personas, hay esperanza" son los lemas de la Campaña institucional de Cáritas para esta Corpus 2025. Esperanza en las personas que comparten y esperanza para las personas que, junto a sus propios recursos, necesitan que compartamos con ellos para que la esperanza encuentre su camino y se hagan realidad los sueños que la animan. Con motivo de la celebración del Corpus Christi, nos unimos a Cáritas y apoyamos sus proyectos, oramos por sus participantes y agradecemos el servicio que nos prestan a todos para que la esperanza no defraude.

CÁRITAS PARROQUIAL DE SANTO DOMINGO

LECTURAS

  • Gen 14, 18-20. Ofreció pan y vino.
  • Sal 109. R. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
  • 1 Cor 11, 23-26. Cada vez que coméis y bebéis, proclamáis la muerte del Señor.- Secuencia (opcional): Lauda, Sion, Salvatorem.
  • Lc 9, 11b-17. Comieron todos y se saciaron.

Los milagros en los evangelios no son meras muestras de poder, manifestaciones de superioridad sobrenatural y exepcionalidad sobrehumana. Son las señales con las que Jesús acompaña, de manera ilustrativa y anticipatoria del contenido y el sentido de su predicación y misión: el Reinado de Dios. Contenido y sentido que se expresan de manera experienciable en las curaciones, exorcismos y las acciones simbólicas de la conversión del agua en vino, de la tempestad calmada o el banquete milagroso de los panes y los peces. Los milagros nos dicen y les permite experimentar a quienes los vivieron que cuando Dios reina su amor genera salud, felicidad plena, vida en abundancia frente al dolor, el hambre, la injusticia y la muerte.

El milagro de la multiplicación de los panes y peces es el único que aparece en los cuatro evangelios: Mc 6, 30 - 44; Mt 14, 13 - 21; Lc 9, 10 - 17; Jn 6, 1 - 15. El resto de los milagros (30) sólo aparecen en uno (13), en dos (7) o en tres (los tres sinópticos comparten 10 milagros y Mateo, Marcos y Juan el de Jesús caminando sobre las aguas), pero sólo este convite solidario que responde a la necesidad de la multitud y opera con el resorte de la generosidad que comparte, no menos milagrosa que la multiplicación misma, sí que es replicado por los cuatro evangelistas. Es más, incluso en dos evangelios hay una segunda multiplicación (Mc 8, 1 - 10 y Mt 15, 32 - 39). Por otra parte, de los tipos de milagros que narran los evangelios, siendo la mayoría curaciones, exorcismos o resurrecciones (25) la multiplicación de los panes y los peces pertenece a la categoría minoritaria de los milagros sobre la naturaleza: 6.

Valga esto, para decir que no es un milagro más, como tampoco es la caridad con los pobres una mera obra buena. Como en el caso de la última cena con el relato fundacional de la Eucaristía o del lavatorio de pies en Juan, estamos ante un gesto icónico que quiere sintetizar de manera plástica y paradigmática el mensaje integral de Jesús y el significado salvífico de toda su vida: Dios es amor, el amor es entrega, la entrega por amor cura, alimenta, restaura la vida y su dignidad. Tal vez por todo ello, en la fiesta del Corpus, la caridad y la Eucaristía se unen en la común propuesta de que compartamos lo que creemos y celebramos, compartiendo lo que somos y tenemos con los que lo necesitan, con sus verdaderos destinatarios, pues no en vano, curación y alimento son más necesarios para los que carecen de ellos. La misma generosidad que anima a Jesús a satisfacer el hambre de la multitud por medio de la generosidad de lo puesto en común, es la que hace presente en el pan y el vino de la Eucaristía para expresar la vida que se pone en juego en la cruz, la vida que es su carne y su sangre. Comulgamos caridad hecha alimento. Compartimos alimento que da vida por la caridad.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA: DONDE HAY PERSONAS HAY ESPERANZA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA: COMPARTIR LO NUESTRO CON LOS NECESITADOS

COMENTARIO AUDIOVISUAL DE VERBO DIVINO: UNA MISTERIOSA REALIDAD

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

domingo, 8 de junio de 2025

DOMINGO 15 DE JUNIO: SANTÍSIMA TRINIDAD

 
"Oh alma mía, déjame entrar en ti, mira a través de mis ojos, contempla las cosas que creaste, mira como brillan."

JORNADA PRO ORANTIBUS 2025

LECTURAS

  • Prov 8, 22-31. Antes de que la tierra existiera, la Sabiduría fue engen drada.
  • Sal 8. R. ¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
  • Rom 5, 1-5. A Dios, por medio de Cristo, en el amor derramado por el Espíritu.
  • Jn 16, 12-15. Lo que tiene el Padre es mío. El Espíritu recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará.

"Mucho me queda por deciros...", porque el misterio amoroso de Dios es inagotable e insondable, pero ¡tan hermoso y accesible!, está tan a la mano cuando los ojos miran más allá de lo inmediato a través mismo de lo inmediato... Por eso, nuestras fórmulas, oraciones y ritos para expresar en comunidad que somos acogidos por el Dios santo que es Padre, Hijo y Espíritu Divino, sólo son un balbuceo, nunca un marco cerrado que apresen lo inapresable y limiten lo infinito. Y con esas fórmulas, oraciones y ritos, que van desde santiguarnos hasta profesar el venerado símbolo de la fe de Nicea (325), nos vamos adentrando en la sumamente improbable, pero prometida por Cristo, comunión con Dios, familiaridad con su afecto saludable y vivificador. A esto nos convoca la dimensión contemplativa que hoy agradece y sugiere la Iglesia a través de las comunidades dedicadas a la oración. Y por la contemplación del Dios que es comunión de vida y amor, nos sentimos con Él y en su vida divina, con razones y fuerzas para transformar nuestra realidad en un tiempo para la fraternidad, la paz y el perdón.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA: DEJAR A DIOS SER DIOS

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA: ¿ES NECESARIO CREER EN LA TRINIDAD?

COMENTARIO AUDIOVISUAL DE VERBO DIVINO: CANTO DE AMOR Y VIDA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA



domingo, 1 de junio de 2025

DOMINGO 8 DE JUNIO: PENTECOSTÉS (CICLO C)

 
La reunión de los discípulos, la cerrazón por el miedo y el envío del Señor para que salgan a evangelizar, esto es, a ser ministros de reconciliación, promotores del perdón, son otros tantos motivos que unen la fiesta de Pentecostés con la actualidad de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium (papa Francisco, 24 de noviembre de 2013), la necesidad de seguir avanzando hacia una Iglesia sinodal y la revalorización del apostolado seglar que hoy celebra su día. Porque los apóstoles reunidos a puerta cerrada y destinatarios del envío para abrir las puertas y ser Iglesia en salida, no representan en la hora de la efusión del Espíritu Santo exclusivamente a los ministros que los suceden en cuanto cabezas de la Iglesia (los obispos), sino que significan la entera realidad de la comunidad de seguidores de Cristo, todos los bautizados. Y el  perdón al que se refiere el Señor tampoco es privativo, de manera restrictiva ,del sacramento de la reconciliación, es la llamada a la fraternidad que se recupera de sus fracasos por la vía del reencuentro, la generosidad y la superación de las rupturas, personales, familiares, sociales, y también con la Creación malherida.

LECTURAS

  •  Hch 2, 1-11. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar.
  • Sal 103. R. Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra. 
  • 1 Cor 12, 3b-7. 12-13. Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo.
  • Jn 20, 19-23. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo; recibid el Espíritu Santo. 

Lecturas alternativas para el presente año C

  • Rom 8, 8-17. Cuantos se dejan llevar por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios.
  • Jn 14, 15-16. 23b-26. El Espíritu Santo os lo enseñará todo.
VENI CREATOR (Versión instrumental para la 34 Congregación General de la Compañía de Jesús)

Decir reunidos el primer día de la semana es sinónimo de asamblea comunitaria, de Eucaristía, de Iglesia en celebración de la memoria de la Pascua de Cristo. Reunidos el primer día de la semana porque ya ha prendido en el corazón de los discípulos la fe en la resurrección, el gozo de la vida que vence por el amor todas las muertes. Pero, todavía encerrados, aún oprimidos por el miedo, la inseguridad y la propia debilidad. Creyentes, sí; discípulos, también; pero aún necesitados de ese empujón, aliento o estímulo que convierten la fe y la vocación en misión, en evangelización. Y esa es tarea de toda la Iglesia, por eso, aquí los apóstoles reunidos, encerrados y atemorizados, pero que serán enviados y fortalecidos para ser mensajeros del perdón, significan la Iglesia toda, la comunidad entera de los bautizados, de todos los ministerios y todos los carismas. Nos confirma esta idea el hecho de que cuando Hch 2, 1 dice que "Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar", ese "todos juntos" parece incluir a la Virgen María y otras discípulas, tal y como lo ha precisado antes: "Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y María, la madre de Jesús, y con sus hermanos (Hch 1, 14)

En la fiesta de Pentecostés, cuando celebramos el Día de la Acción Católica y el Apostolado Seglar, la fuerza del Espíritu, la amplitud de la misión y la responsabilidad del envío no pueden reducirse a los ministros ordenados, sino que compete a todos, por eso debemos ser una Iglesia sinodal y continuar las esperanzadas pautas evangelizadoras que nos propusiera el papa Francisco al inicio de su ministerio petrino, las pautas de La alegría del Evangelio que es predicado por encima de los miedos y las tentaciones de encierro o huida.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA: LLENARSE DE ALEGRÍA

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA: EL ARTE DE VIVIR DESDE EL ESPÍRITU DE DIOS

COMENTARIO AUDIVISUAL DE VERBO DIVINO: ESA CHISPA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

sábado, 24 de mayo de 2025

DOMINGO 1 DE JUNIO: VII DE PASCUA, LA ASCENSIÓN (CICLO C)

Además de una entidad sociocaritativa de la Iglesia, que nació por indicación del Concilio Vaticano II ("El Concilio, considerando las inmensas calamidades que oprimen todavía a la mayoría de la humanidad, para fomentar en todas partes la obra de la justicia y el amor de Cristo a los pobres juzga muy oportuno que se cree un organismo universal de la Iglesia que tenga como función estimular a la comunidad católica para promover el desarrollo a los países pobres y la justicia social internacional." Gaudium et Spes 90) la Justicia y la Paz son dos de los pilares de la doctrina social de la Iglesia, como también lo es la idea de que ambos principios son inseparables, que sin uno no se dará el otro. Cuando Cristo promete en su ascensión a la plenitud de la gloria, cabe al Padre y el Espíritu Santo, la proclamación de la conversión y el perdón para todos los pueblos está prometiendo también el don de la paz como fruto granado de la justicia que nace de Dios y se consigue siguiendo sus caminos. Por eso, la denuncia de lo que impide la paz y la reclamación de lo que la hace posible es un ejercicio también de esa fe que quiere "fomentar en todas  partes la obra de la jusiticia y el amor de Cristo a los pobres"

COMUNICADO DE JUSTICIA Y PAZ POR LA PAZ EN GAZA

LECTURAS

  • Hch 1, 1-11. A la vista de ellos, fue elevado al cielo.
  • Sal 46 R. Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas. 
  • Ef 1, 17-23. Lo sentó a su derecha en el cielo. o bien: Heb 9, 24-28; 10, 19-23. Cristo entró en el mismo cielo. 
  • Lc 24, 46-53. Mientras los bendecía, fue llevado hacia el cielo.

Como parte de la espiritualidad de la paz, de la educación de los valores y el fomento de la esperanza que conducen a la paz, es imprescindible el ministerio del perdón, la sanísima terapia y pauta de la reconciliación. El Cristo que por su resurrección ya pertenece a la esfera más alta de lo divino, a la máxima escala posible de lo humano, promete y, al mismo tiempo, encarga a sus discípulos la proclamación del Evangelio de la conversión y el perdón, de la conversión para el perdón, de la conversión por el perdón. La evangelización, el anuncio gozoso de la buena noticia del Reino de Dios (Evangelii gaudium, papa Francisco) tiene como su fin alcanzar la fraternidad entre nosotros que nace de la filiación de Dios. Convertirnos al Dios que nos ama como Padre pasa por el cambio de nuestros principios, valores y hábitos en orden a poder reconciliarnos plenamente con Dios y los hermanos. El perdón, con su pedagogía de la verdad y su apuesta por el amor, es el camino imprescindible para alcanzar la paz. Un perdón que no supone comulgar con ruedas de molino, dar lo malo por bueno y resignarse ante el atropello, pues para que haya perdón, aunténtica reconciliación es necesaria la "conversión", el cambio de las situaciones que condujeron a la violencia y la ruptura de la fraternidad. En el plano internacional esto es difícil y supone procesos largos y costosos, pero no más difícil, sino imposible, será alcanzar la paz si ni siquiera comenzamos a andar el camino de la conversión y el perdón.

LECTIO DIVINA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA: CONSTRUCTORES

COMENTARIO EVANGÉLICO DE J. A. PAGOLA: ES SU ÚLTIMO GESTO, JESÚS DEJA SU BENDICIÓN

COMENTARIO AUDIVISUAL DE VERBO DIVINO: ME QUEDO EN LA PROMESA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA


DOMINGO 6 DE JULIO: XIV DE TIEMPO ORDINARIO (CICLO C)

  No, dijera lo que dijera Nietzsche, el cristianismo, al menos el que Jesús vivió y predicó, no es amargado, ni derrotista o resignado. Cri...